lunes, 9 de mayo de 2011

PIM, PAM, PUM, …FUEGO


Quiero empezar con una nota alegre; podría ser que la primavera está aquí y ha vestido nuestros campos de variados colores. No queda mal. Pero del que quiero dejar constancia no es de ésto.

Hace muchos años la Casa de Andalucía se encargaba, juntamente con el ayuntamiento, de programar todo aquello que tenía una relación con la cultura y el folklore andaluz.

Cuando llegaban las fiestas de las Santas, el departamento de cultura municipal, nos reunía y nos pedía una programación para el día 24 de julio. Era un gran festival flamenco que se hacía en el parque municipal. Era esperado y la respuesta siempre muy positiva. Un año, no nos llamaron se hizo una programación de las Santas sin contar con la gran colonia de andaluces que estábamos en Mataró. Fue un desilusión, perdimos algo muy bonito. Jamás volvió a aparecer el citado festival. PIM

Como aquello parecía que estaba muerto, y lo estaba, optamos por organizar un evento andaluz de gran magnitud en un recinto grande, el pabellón Josep Mora. Con la ayuda del ayuntamiento, lo organizamos dos años. Pudimos ver aquí a grandísimos artistas: Miguel Ríos, Pepe Suero,… Pero, qué pasó: desapareció como por arte de magia. El ayuntamiento no se podía encargar de eventos como estos: PAM

Hasta hace cuatro años los andaluces teníamos una romería en un lugar privilegiado: el parque forestal. En un primer momento todos fueron ayudas y todos juntos llegamos a disfrutar durante ¡treinta años! de una gran romería. En el parque forestal, jamás se había celebrado una romería. Fuimos nosotros los que iniciamos esta actividad, que después, continuaron otros vecinos de Mataró procedentes de otros lugares de España. De buenas a primera se nos prohibió hacer la romería en este recinto: PUM

He oído por ahí que se ha hecho por seguridad. ¡Qué ingratos somos! Quieren mirar por nuestra salud e integridad y algunos les critican. Yo no, nunca he dicho nada que no sea verdad. La última me la explicaba un presidente que me dijo que el ayuntamiento no nos deja porque puede haber FUEGO.

No vayan a pensar que hemos dejado la romería, no. La hacemos en un nuevo emplazamiento. Allí la primavera deja de ver su cara más bonita. Hace cuatro años que disfrutamos de este nuevo enclave. Aquí no podrá haber fuego, porque no hay un solo árbol para arder.

Feliz romería y tranquilos que se morirá ésta y tendremos que volver a inventar la de la tortilla de papas, los filetes empanaos, la sandía y la bota en el parque forestal.

Para celebrar la llegada de la Blanca Paloma al lugar de su romería lancemos al cielo unos cohetes: PIM, PAM, PUM, FUEGO!!!!
Paco Torres

lunes, 28 de febrero de 2011

ANDALUCIA

Todos tenemos necesidad alguna vez de escribir, de expresar, de transmitir. Parece como si de alguna forma hubiésemos gestado una idea y tengamos necesidad de parir una realidad. Es así y no sé por qué hay días que me coloco delante del ordenador y sin corregir nada empiezo a teclear. Esas ideas, muchas veces, desordenadas van tomando cuerpo.

Acabo de levantarme, he dejado el ordenador porque he oído el himno de Andalucía. Estaban izando la bandera, nuestra enseña, un símbolo importante de nuestra dignidad. Hoy no me he tragado las lágrimas, las he sacado. Era una mezcla de orgullo y de rabia; de sueño y de realidad; de historia y presente; de páginas de glorias y de fracasos. Esa dicotomía se siente más desde la lejanía.

Hay sentimientos que estemos lejos o cerca son idénticos; los kilómetros separan las tierras, pero no separan los sentimientos; los kilómetros separarán paisajes, lugares..., pero no van a separar las voluntades de un pueblo.

“Los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos, hombre de luz que a los hombres almas de hombres les dimos” Esa es una estrofa de nuestro himno, aparentemente cuatro versos, pero cuatro versos con mucha profundidad. Somos el pueblo de la eterna esperanza y la difícil realidad: “los andaluces queremos...” ese sentido desiderativo, optativo hace que los años pasen y el pueblo siga queriendo, pero consiguiendo muy poco. La comunidad con más recursos naturales y la más rica se convierte de forma permanente en la pedigüeña de Madrid. No hemos planteado un proyecto de Pueblo, hemos ido saciando el hambre de forma diaria, hemos hecho pactos puntuales para conseguir migajas.

¿Qué ha fallado? Esa es la pregunta del millón. Si supiéramos analizar de forma fría, apartidista, reflexiva seguro que encontraríamos la respuesta. Si fuésemos capaces de meter el dedo en la llaga sabríamos cual es nuestro estado de salud.

Este escrito no puede salir bien, imposible, me acabO de levantar otra vez para ver el discurso institucional de la presidenta del Parlamento. Si antes se me escaparon las lágrimas ahora lo que tengo dentro es rabia. El discurso es vez de institucional ha sido una proclama de lo hecho, por cierto muy poco y acusaciones continuas contra la oposición. ¡Por favor Sra. Fuensanta que hoy no tocaba!

Estoy seguro que muchos dirán que hemos conseguido cosas.¡ Sólo faltaría que con las inversiones que se han hecho estuviéramos como en los años 80. ¿Pero, cuánto se podría haber hecho?

Una última reflexión. Tampoco creo que los que ocupen el gobierno vayan a hacer más. El mal de Andalucía no sólo son sus políticos, somos todos, nos falta una estructura de pueblo, pueblo con un mismo destino, pueblo que camina unido.

No lo voy ni a revisar. ¿Qué puede salir después de lo que he visto por Canal Sur y a la vez estoy oyendo cantar a un andaluz de creencias: Carlos Cano?

Nuestros hijos y nietos necesitan que nos olvidemos de partidos y caminemos juntos, unidos, que busquemos juntos el amanecer, ver juntos la salida del sol, caminar durante todo el día, durante todo los meses, durante todos los años, con el único objetivo de ser más y mejores

Desde que amaneció en el balcón de mi casa a más de 1.000 kilómetros de Andalucía luce la bandera verde, blanca y verde.

Andalucía será libre cuando lo seamos sus hombres y mujeres; cuando pongamos todas nuestras virtudes a trabajar; cuando de nuestras mentes desaparezcan los momentos oscuros y aparezcan los muchísimos momentos claros de nuestra historia.

Felicidades a todos los hombres y mujeres que luchan por Andalucía. Ser andaluz no sólo es un lugar donde te tocó nacer; es tener voluntad de serlo y de transmitirlo.

VIVA ANDALUCÍA

viernes, 18 de febrero de 2011

GRACIAS POR SER AMIGOS

Gracias a Dios, a la ciencia y a vuestro apoyo estoy de vuelta y en buen estado.

Ya sabía que tenía amigas y amigos, pero me habéis sorprendido. No os puedo contestar a todos porque sería casi imposible han sido cientos de mensajes; unos animándome, otros mostrando la satisfacción por los buenos resultados; y, los más para demostrarme el cariño que me tenéis.

Esto no paga con nada, ni se consigue en un día; es el fruto de muchos años de trabajo, de muchos años de lucha mutua, de hacer realidad proyectos que parecían imposible. Siempre, y lo sabéis, he sido la persona exigente, que os repetido hasta la saciedad que podemos conseguir las cosas que nos propongamos. Muchos ya lo habéis hecho, otros estáis en el camino, y aún quedan los que tienen que decidirse.

Entre las muchas llamadas que he recibido está la de un profesor, compañero y gran amigo de Málaga. Se extrañaba que mis alumnos, exalumnos y familiares me deseasen que “todo fuera muy bien”. Me pidió el secreto y se lo dije en pocas palabras: “Ama a tus alumnos”. Muchas veces a los profes nos da vergüenza de decir que queremos a nuestros alumnos. Lo raro sería no quererlos. Pasan más tiempo con nosotros que con sus familias; si somos capaces de abrirles el corazón, seguro, que no sólo enseñaremos sino que educaremos. Cada uno de vosotros, de vosotras tenéis un montón de cualidades, sólo hay que buscarlas y ponerlas a trabajar. Siempre me he sentido responsable de mi trabajo; por mis manos pasaban “muchos futuros” no me podía dormir. A veces, las ocasiones no se repiten.

Me acordé de todos antes de entrar al quirófano y os di las gracias a todos cuando salí. Estoy seguro que vuestros pensamientos positivos me ayudaron.

Además de mis alumnos y exalumnos he recibido de amigos, de paisanos, de compañeros, de todos.

Todos esos mensajes más o menos decían lo mismo, pero cada uno le daba su toque personal. Si soy sincero, y siempre lo he sido, os diré que me sacasteis algunas lágrimas. Esas lágrimas eran de agradecimiento. Me sentía pagado porque recibía mucho y, quizás no he dado tanto.

Si ganas tenía de volver a la rutina diaria, más tengo ahora, simplemente, porque os quiero.

Un abrazo.

martes, 18 de enero de 2011

ANTONIA TRISTANY

Antonia  hay que ver lo que son las cosas, a ti no te gustaba el protagonismo y hoy has sido la protagonista. Todos hemos estado contigo, a tu lado, todos en el fondo de nuestro corazón te hemos dicho cosas, cosas sinceras, aquellas cosas que cada uno guardaba como un tesoro en su recuerdo y que hoy las hemos comentado.

Yo presumo de conocerte, hemos pasado muchos años juntos, muchas horas de clase, de tutoría, de excursiones, de viajes, de vigilancias de patios, de pequeños comentarios por los pasillos. Muchas veces nos hemos servido mutuamente “de paño de lágrimas”, hemos compartidos momentos malos y buenos; momentos difusos y claros; momentos alegres y tristes; pero, claro eso es lo que hace que nos conozcamos tan bien.

Eres una persona entregada a tu trabajo, tus alumnos y ex-alumnos esta mañana en tu funeral se comían la pena y enjugaban sus lágrimas; eres la fiel compañera, la que siempre estabas al lado del que te necesitaba, por eso esta mañana con el corazón roto y los ojos rojos te hemos acompañado.

Eres la madre ejemplar, la que sabía exigir y a la vez dar. Siempre has dado más de lo que has recibido, aunque hayas recibido muchísimo has ofrecido más. A ti el cariño no se te acababa.

Eres la esposa preocupada y detallista. Josep, como todos, estaba muy emocionado, el dolor le embargaba; tus recuerdos le salían en forma de lágrimas. Tu Pepitu te quiere. No se ha movido de tu lado desde que la cruel enfermedad se apoderó de ti. Lo ha tenido claro: “Hasta que la muerte os separe”.

Cuando llegues allá arriba puedes presumir de marido, de hijas, de familia, de compañeros, de alumnos, de exalumnos, de vecinos, de conocidos. Ah, pero, yo sé que no vas a presumir porque siempre has sido muy modesta; a pesar, de ese rosario de valores que tienes. Nunca te gustó ponerte por delante de un compañero, todo lo consultabas para no herir a nadie. Eres, sencillamente, genial.

El miércoles cuando estuve contigo en el hospital salí muy contento, había conseguido arrancarte algunas sonrisas; había conseguido que, por unos momentos, la habitación del hospital fuera la sala de profesores.

¡Qué grande eres! Me dijiste que quería empezar el lunes a trabajar y yo te dije que si tú empezabas, también lo haría yo. Quedamos que el lunes, o sea el mismo día 17, retornaríamos. Pero, lo que son las cosas, me has fallado, he ido al cole y no te he encontrado, he encontrado un montón de profesores y de alumnos llorando, abrazados. Y sabes qué lloraban porque tú te habías ido a enseñar mates muy lejos.

No dejes de ser profesora de mates. Divide nuestros problemas, suma ilusiones, multiplica cariño y resta maldad.

Antonia, habrás visto que nunca utilicé el verbo en pasado. Eso significaría que ya no estás y no es verdad, porque te has ido lejos, muy lejos, pero nosotros te sentimos cerca, muy cerca. Aquí ha quedado tu obra, tu gran obra. Obra que esta mañana cientos de alumnos y exalumnos han manifestado en tu funeral

Antonia, en otro momento hablaremos, de momento, lo más importante es que intentes de animar a tu familia, dales fuerza y cariño y, claro, acuérdate de tus compis y de este Pacorro que nunca te va a olvidar.

Un abrazo.

viernes, 31 de diciembre de 2010

YA ESTAMOS EN NAVIDAD

 Ya estamos en Navidad, ya hemos recorrido el camino de la preparación. La preparación ha sido diversa: la Iglesia se prepara con el tiempo de Adviento, así se prepara la llegada de Jesús. Los empresarios se frotan las manos esperando una buena campaña, unos días que den un alivio a las tiesas cajas, a los ánimos decaídos. Otros nos preparamos haciendo compra y acopios de alimentos para que nuestras mesas luzcan porque “un día es un día”. Mientras tanto en esta época invernal nuestras tarjetas tiemblan; se han convertido en un auxilio necesario; cuando compramos no nos damos cuenta de que a final de mes, los bancos nos enviarán las consabidas facturas y cargos. Ese es el momento en que temblamos y la pingüe mesa se convierte en un recuerdo nefasto. Aquellas carnes selectas, aquellos mariscos tan vistosos y que tantos elogios nos reportaron de los comensales se convierten en gélidos números. Los turrones y mazapanes se nos repiten en el estómago y en el recuerdo.

Somos así y nadie nos va a cambiar. Desde el verano venimos comprando la célebre lotería, la mayoría de los décimos y participaciones las colocamos en una cajita, que cuando nos damos cuenta está llena, pero, llena de ilusiones. Esas ilusiones se van evaporando la mañana del día 22. Van saliendo los premios y nuestros números están holgazanes. Se acaba el sorteo y todavía nos queda el consuelo de las pedreas, pero, nada; si acaso algún reintegro. Hacemos promesa de que el año que viene no repetiremos esta situación.

A medida que pasan los días empezamos a almacenar alimentos porque “hombre previsor vale por dos”. Las visitas a los supermercados se hacen más frecuentes. Ya tenemos la carne congelada, los frutos secos, los turrones, ya lo tenemos casi todo. Hemos ahorrado unos euros. Pero es casi todo porque yo el pescado lo quiero fresco, porque no es lo mismo que congelado; me faltan los regalos de Papa Noel, porque ahora somos europeos y, también, confiamos en la magnanimidad de este simpático personaje. A los Reyes Magos ya les hemos escrito nuestras cartas. Cartas ilusionadas, cartas con promesas de portarnos bien, cartas aceptando un poquito de carbón, cartas extensas, cartas... de los bancos emisores de las tarjetas.

Y llegó Nochebuena, nuestra mesa la sacaríamos al balcón para que los vecinos la viesen. No nos falta un detalle. Nos pondremos enfermos de comer. Un día es un día, perdón, una noche es una noche. Ya no podemos engullir más. Y después de una variedad de platos nos quedan los turrones, los frutos secos, los... Ya sólo nos falta buscar una buena solución casera o farmacéutica para la indigestión. A altísimas horas de la noche nos espera una confortable cama, estamos cansados de comer y nos merecemos un descanso. Ese descanso se interrumpe varias veces porque nuestro cuerpo se niega a trabajar con una digestión de tal volumen.

Buenos días, FELIZ NAVIDAD. El 25 es el día de Navidad. Nuevamente se repetirá la escena. Lo tenemos todo planificado. De nuevo una variedad de platos. “Blanco sobre blanco” y así el 26, Nochevieja, Año nuevo, los Reyes...y otros cuantos días porque nos ha sobrado de todo. Acaba enero y todavía estamos sacando congelados de aquellas comidas y cenas. Ahora nos cuesta más de comer porque ya nos han llegado los cargos en la cuenta. Creo que se nos atraganta.

Estamos en crisis, pero somos consumistas y animales de costumbre; los verbos en futuro no se conjugan. Compra, gasta, consume, come, disfruta, vive... y paga.

Es así, y aún siendo así nos deseamos paz, salud, amor, felicidad. Amén

domingo, 19 de diciembre de 2010

Carlos Cano

CARLOS CANO, CANTOR DEL PUEBLO


Un 19 de diciembre del año 2000, hoy hace 10 años; murió lleno de vida Carlos Cano.
Dos veces en mi vida tuve la oportunidad de hablar de tú a tú con Carlos. Las dos fueron especiales. En la primera observé a un hombre callado, reflexivo, pero con grandes vivencias interiores. La segunda vez, observé a un Carlos Cano que había sacado desde dentro esas vivencias y las pregonaba a los cuatro vientos. Tuve oportunidad de hablar largo y tendido en los camerinos, mientras él esperaba que yo presentase su espectáculo. Nunca pensé que ese intercambio de opiniones influiría tanto en mí.


 
“Entre los cantores para quienes la canción es compañía del hombre, Carlos Cano es aquel que canta las historias que los propios hombres son. Por eso sus poemas están cargadas de gente, por eso su música es la de las voces de los cuatro caminos. La voz de la güajira, de la mujer general, de Lucrecia, de la reina del blues, la voz de Jaume Sisa, de Rigoberta Menchú, igual que las voces de los que no tienen nombre ni atributo, reunidas en el drama cósmico de la Humanidad” (José Saramago)


Carlos Cano, según su partida de nacimiento, nació en Granada. Después de sus primeros problemas con el corazón, su lugar de nacimiento, según palabras del propio Carlos, cambió: “Nací en Nueva York, provincia de Granada”.


Carlos comienza a cantar en el ámbito universitario. Eran los años en que la lucha estaba en la universidades; allí a finales de los 60 y principios de los 70, empieza a ponerle letra y música a sus inquietudes. Él conocía muy bien los problemas que le rodeaban: el paro, la miseria, los sueldos escasos, la emigración, los abusos de los señoritos con los jornaleros, cualquier problema que hiciera sufrir a los hombres y mujeres de su época. Cualquiera de sus canciones reflejan esas realidades.


Hasta 1975 no graba su primer libro: “A duras penas”. En este primer disco graba para siempre los desvelos y las inquietudes, las miserias de los humildes, aquí refleja de forma clara y diáfana su andalucismo; su amor por la tierra que le vio nacer. En este primer disco aparece “Verde, blanca y verde”. Esta canción se cantó durante mucho tiempo para reivindicar, se convirtió en el himno que apenas conocíamos. Políticamente la canción no fue correcta. Detrás de su letra estaba el sentimiento de todo un pueblo, la esperanza por una vida más equitativa, su lucha por la desigualdad.


A partir de aquí su fama fue meteórica. El pueblo encontró en Carlos la voz que no tenía, creyó en una Andalucía de todos, en una reforma agraria, en un gobierno para el pueblo. Andalucía veía en su voz el camino del bienestar.


En 1976, publica: A la luz de los cantares. Entre las muchas canciones estaba “ La murga de los curralantes”. De esta canción se han dicho cosas muy buenas, pero para mí lo más bonito es que está escrita en andaluz; en el lenguaje del pueblo. Se acabaron las S y las D innecesarias. Carlos habla como Manolo, como María, como cualquiera que no hubiese pasado por las aulas universitarias. Algunos, trataron la letra de hortera, claro, que algunos también tienen derecho a decir tonterías.


En el 1978 busca el mestizaje arábigo andaluz con su “Crónicas granadinas”. A partir de estos momentos Carlos Cano empieza a buscar nuevos horizontes, nuevos caminos para su música. Es como si tomara conciencia de que los problemas de Andalucía son los problemas de todos los pueblos oprimidos; que las injusticias no tienen frontera; que los dictadores pueden hablar lenguas diferentes, pero, que sus actos son universales. Se aleja de Andalucía a través del corazón y la soledad. Su música es más universal, y en ese universo entran: las madres de la Plaza de Mayo, María la Portuguesa, el recuerdo de Cuba, Miguel de Molina, la guerra de Bosnia..., cualquier cosa que moviese la conciencia humana anidaba en sus pentagramas.


En 1996, después de su grave enfermedad publica un trabajo donde se ve el valor de la vida, el valor de los detalles, la valoración de las cosas pequeñas. En este trabajo aparece su habanera en Nueva York, que es una reivindicación a la vida; a la oportunidad que de nuevo le ha dado la vida. Pero esa vida sigue siendo un compromiso. Su voz, su protesta, su inconformidad no se apagan, al contrario, salen como cerbatanas directas.


En 1998, se celebra el centenario del nacimiento de Lorca. Ante este andaluz universal, Carlos no se queda indiferente. Publica su trabajo: “El diván de Tamarit”. Recoge perfectamente lo que Lorca quiso transmitir: El amor, la muerte, las luces, los vientos, la sombra, la luz; y sobre todo, esta obra es un puente entre oriente y occidente.


Siempre detrás de la innovación estaba su Andalucía, su forma de vivir su tierra, su forma de preocuparse por los problemas de la gente. Llegado este momento vuelve a la copla, a aquellas melodías que el pueblo no había olvidado, aquellos cantares de casas humildes, de jornaleros cansados. Títulos como: La Tani, Ojos verdes, María de la O, La bien pagá...


Entre los últimos títulos que grabó estaba: “Te he de querer mientras viva”; eso fue lo que Carlos Cano hizo por Andalucía y, sobre todo, por las andaluzas y andaluces. Desde el cielo de los músicos y poetas sigue igual.


La voz de Carlos Cano ha quedado prendida entre los pliegues de la bandera, en las esquinas, en las noches de luna y clavel, en las maletas de los emigrantes, en los ojos perdidos de los jornaleros, en el malecón de la Habana, en las conciencias de los andaluces. La voz de Carlos Cano vuela libre, atrápala, ponla dentro de ti y notarás algo especial: el sentido de haber nacido en tu tierra, en nuestra tierra, en su tierra, en la tierra universal.

Es la tercera vez que me veo con Carlos Cano y ahora me ha contado muchas cosas.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

El duende del Albaicín

Los flamencos están de luto, de luto están las familias, de luto el alma y la sabiduría, de luto está Graná, de lutos los ojos húmedos, de luto las gargantas secas, de luto la fragua y el martinete, de luto está la toná, de luto lo clásico y la innovación, de luto las cuestas del Albaicín y las cuevas de Sacromonte, de luto el alba y el atardecer, y el sol en su cénit se viste de luto; como de luto se han vestido los gitanos de Graná, de Jerez, de Utrera y del mundo; un acorde de luto tienen las guitarras; de luto la prima y el bordón envían su melodía triste hasta las estrellas; pero...¿ por qué está de luto el mundo del flamenco? Porque ha muerto Enrique Morente.


¿Ha muerto Enrique Morente? No puede ser si yo sigo oyendo sus cantes alegres; si sigo oyendo su voz rasgada; si en el Albaicín sube su voz por las cuestas; si he oído las guitarras libres de cejillas; si identifico su voz; si he oído dar los buenos días a sus vecinos de la Cuesta de Palomares; si he visto a los niños tatarear sus canciones; si en mí está vivo; si lo noto; si lo veo; si me emocionó; si su voz se ve paseando por los patios y arrayanes de su Alhambra; si su porte de galán pasea por la Gran Vía; si a mí el aire no me ha dicho nada. ¿Se ha muerto compare?


Bueno, a lo mejor es que se ha ido a hacer una gira larga con Chacón, con Cobitos, con Juanillo el gitano, con los Montoya, con Camarón, con los flamencos del mundo que siguen actuando en los escenarios de nuestros corazones. Están celebrando que el flamenco es Patrimonio de la humanidad.



Es verdad que las personas se mueren. Es verdad que el nacer y el morir son las dos caras de una misma moneda. Es verdad, sí, es verdad; pero, también es verdad que los genios no mueren, se transforman en recuerdos, en estatuas de las plazas, en nombres de calles, en comentarios imperpétuos, en parte de nosotros. Así que cuando yo muera, morirá Enrique Morente.